De los 40 presos con condenas federales a muerte en EEUU, Joe Biden, salvó la vida a 37 de ellos. Los condenados verán conmutada la pena máxima por cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional. Lo que los exime de continuar en el conocido corredor de la muerte, pero mantener una condena a sus crímenes.
Sin embargo, los 3 reos excluidos de cualquier tipo de consideración y perdón, continuarán con su condena a pena de muerte, debido a la gravedad de los crímenes cometidos.
Aunque el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no aprueba la pena capital, la naturaleza excepcional de los crímenes, impidió que se les conmutara la pena de muerte a cadena perpetua.
Las tres excepciones y sus crímenes
La gracia de Biden salva la vida de casi todos los reos federales en el corredor de la muerte, salvo tres conspicuos criminales, reseña el diario Artículo14, tras el tradicional perdón de Navidad que otorga el ejecutivo norteamericano.
Dzhokhar Tsarnaev, es conocido por su papel en el ataque perpetrado el 15 de abril de 2013 durante la maratón de Boston, que dejó tres muertos y más de 260 heridos.
Junto a su hermano Tamerlán, quien murió poco después del atentado, detonó dos bombas caseras cerca de la línea de meta de la carrera, causando terror y devastación.
Dylann Roof
El supremacista blanco que asesinó a tiros a nueve fieles afroamericanos en una parroquia de Charleston en junio de 2015. Los feligreses participaban en un estudio bíblico en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur.
Motivado por ideologías supremacistas y textos racistas, el joven ejecutó el ataque con premeditación. Y marcó un acto de violencia racial que conmocionó al país.
A dos años del juicio, Roof se declaró culpable de los cargos estatales de asesinato a cambio de un acuerdo con los fiscales estatales que le otorga nueve cadenas perpetuas consecutivas sin libertad condicional.
Pero el jurado dictó la pena de muerte, lo que convirtió a Roof en la primera persona condenada a muerte por delitos de odio federales.
Robert Bowers
Acabó a balazos con once personas en el ataque a una sinagoga en Pittsburgh. En octubre de 2018. Bowers irrumpió en la sinagoga Árbol de la Vida, y asesinó a 11 personas mientras dejaba seis heridos. Este atentado antisemita es considerado el más mortal de la historia reciente de Estados Unidos.
Su condena marcó un precedente. Fue la primera sentencia de muerte impuesta durante la administración de Biden; ello a pesar de su oposición general a la pena capital, reseña el medio digital El Diario.
Con información de Artículo14, El Diario y CNN