¿Qué impulsa a un animal a quedarse con una sola pareja toda su vida? Aunque la monogamia no es la norma entre los animales, para algunas especies resulta fundamental para la supervivencia de su especie.
En el reino animal, la monogamia, o la unión de por vida entre parejas, es una estrategia de supervivencia que ha evolucionado en diversas especies.
Las razones detrás de este comportamiento varían, pero generalmente se relacionan con la necesidad de asegurar la supervivencia de la descendencia y optimizar las posibilidades de éxito reproductivo.
Sin embargo, existen otros motivos a los que obedece la monogamia en algunos animales, según un estudio publicado por National Geographic:
Cuidado biparental:
En muchas especies, como los pingüinos y los cisnes, ambos padres desempeñan un papel crucial en la crianza de los polluelos. La cooperación entre la pareja aumenta significativamente las probabilidades de que las crías sobrevivan hasta la edad adulta.
Protección del territorio y los recursos:
Animales como los lobos y los castores defienden sus territorios y recursos juntos. La unión de la pareja permite una defensa más efectiva contra intrusos y asegura el acceso a alimentos y refugio para la familia.
Asegurar la paternidad:
En algunas especies, los machos permanecen con una sola hembra para asegurarse de que sus genes se transmitan a la siguiente generación. Al evitar que la hembra se aparee con otros machos, el macho garantiza que las crías sean suyas.
Vínculos sociales complejos:
Algunos animales, como los gibones, forman vínculos sociales complejos con sus parejas. La unión de por vida fortalece estos vínculos y promueve la cooperación y la armonía dentro del grupo familiar.
Animales que viven en pareja
Topillo de las praderas

Un topillo de las praderas fotografiado en Lincoln, Nebraska. A diferencia de la mayoría de los roedores, los topillos de las praderas se emparejan, construyen un nido, se acicalan mutuamente y crían a sus polluelos.
Tiliquas rugosus

El Tiliqua rugosus es un reptil que se desplaza en solitario la mayor parte del año; pero se une a la misma pareja en cada época de apareamiento. Suelen viajar en parejas, con el macho siguiendo a la hembra. Fotografiado en el zoo de Denver, Colorado, Estados Unidos.
Lobos

El emparejamiento de un macho y una hembra alfa establece la estructura social del resto de la manada de lobos (Canis lupus). El dúo, principalmente monógamo, se reproduce una vez al año. Fotografiado en el zoo de Nueva York, en Watertown, Estados Unidos.
Grullas canadienses

Para las grullas canadienses (Grus canadensis), el graznido reafirma su vínculo. La hembra emite dos graznidos y el macho responde con uno. Esta “llamada al unísono” llena sus días. Fotografiado en el Centro de Investigación Aviar George Miksch Sutton de Bartlesville, Oklahoma, Estados Unidos.
Pingüinos Macaroni

Los pingüinos macaroni o pingüinos de penacho anaranjado (Eudyptes chrysolophus) se emocionan cuando se ven, demostrándose su amor emitiendo sonidos y balanceando la cabeza de un lado a otro en lo que se conoce como “exhibición extática”. Fotografiado en el Henry Doorly Zoo and Aquarium de Omaha, Nebraska, Estados Unidos.
Gibones de Manos Blancas

Los gibones de manos blancas (Hylobates lar) son principalmente monógamos, pero hasta una de cada 10 crías es engendrada por un macho que no es la pareja de la hembra, lo que los convierte en promiscuos oportunistas. Fotografiado en el zoo Gladys Porter de Brownsville, Texas.
Jotes Cabeza Negra

Como algunas parejas que llevan mucho tiempo casadas, los jotes cabeza negra o buitres negros americanos (Coragyps atratus) se parecen entre sí y no muestran diferencias de tamaño ni de plumaje. Fotografiado en el Centro de Investigación Aviar George Miksch Sutton de Bartlesville, Oklahoma.
Caballitos de Mar

El caballito de mar de vientre grande (Hippocampus abdominalis), como todos los caballitos de mar, coquetea, y las hembras compiten entre sí por la atención de los machos. Una pareja fiable es importante, ya que será la que lleve a las crías. Fotografiado en el Henry Doorly Zoo and Aquarium de Omaha, Nebraska.
Águila Calva

Las águilas calvas (Haliaeetus leucocephalus) pasan el invierno solas, pero se reúnen con la misma pareja durante la época de cría. El macho se queda para mantener los huevos calientes y alimentar a los polluelos durante los primeros meses de vida. Fotografiado en el Centro de Recuperación de Rapaces de Elmswood, Nebraska.
Cisnes de Cuello Negro

Durante la época de cría, los cisnes de cuello negro machos (Cygnus melancoryphus) utilizan sus alas para ahuyentar a los posibles pretendientes. Tras la eclosión de los huevos, el padre también cuida de los polluelos mientras la madre sale a buscar comida para sí misma. Fotografiado en el Henry Doorly Zoo and Aquarium de Omaha, Nebraska.