Las estadísticas sobre la incidencia de delitos informáticos dan cuenta no solo de un aumento importante de este tipo de cibercrimen, sino de la imparable multiplicación de elementos maliciosos cada vez más sofisticados.
Durante este 2024, Reino Unido lidera la clasificación con 4.783 víctimas por cada millón de usuarios de internet. Un 40% más con respecto a 2020. Estados Unidos se sitúa en segundo lugar con 1.494 usuarios atacados por millón y pese a que su densidad de ciberdelitos ha disminuido un 13% en comparación a 2020.
El pódium lo completa Canadá, con 174 víctimas por cada millón de usuarios de internet. Ello supone un 7% más que el año anterior.
Por otra parte, cabe destacar que el mayor aumento interanual de ciberdelitos se registró en los Países Bajos, con un crecimiento del 50% que le sitúan en la séptima posición de la tabla, indica Surfshark, una de compañías de servicios de VPN más populares.
Esta empresa ha alertado sobre el cibercrimen en un nuevo estudio que ha elaborado. El propósito es arrojar luz sobre el panorama de la ciberdelincuencia a escala mundial.
El cibercrimen más común y otros
Por tercer año consecutivo, el phishing encabeza la lista de los ciberdelitos más comunes. Sin embargo, el phishing es el ciberdelito que causa la menor perdida de dinero (136 dólares por víctima). Mientras que el fraude de inversiones es el ciberataque más rentable para los ciberdelincuentes. Causa pérdidas hasta por 70.811 dólares promedio por cada víctima.
Asimismo, el ciberdelito de menor impacto fueron los ataques de denegación de servicio (DDoS). El daño económico fue de un promedio de 197 dólares.
Cabe resaltar a los ciberataques de ransomware y malware. Son cada vez más exclusivos de las empresas y con alrededor de 4.500 víctimas en 2021.
El ciberlavado de dinero
Un informe denominado Lavado de Dinero 2024, emitido por Chainalysis, una plataforma de análisis de datos blockchain, revela cuáles son las nuevas técnicas usadas los delincuentes para cometer ilícitos a través de las criptomonedas.
Según este informe, los delincuentes usan criptomonedas para el blanqueado de ganancias ilícitas con los mismos argumentos que los usuarios las utilizan de forma legítima: son transfronterizas, prácticamente instantáneas y, en general, las transacciones son baratas.
En ese sentido, identificaron su uso para el blanqueo de los ingresos procedentes de diversos delitos fuera de la cadena. Entre ellos el tráfico de estupefacientes y el fraude. “En 2024, el lavado de dinero en cripto englobó todos los delitos, no solo los que están intrínsecamente ligados al criptoecosistema”, indica una publicación de Forbes en Español.
El informe de Chaynalisis detalla: “El proceso de blanqueo de capitales suele constar de tres fases: colocación, estratificación e integración. La colocación es la fase inicial en la que el dinero ilícito se introduce en el sistema financiero”.
Y agrega: “La estratificación consiste en mover el dinero a través de una serie de transacciones financieras para ocultar su origen. Por último, la integración es el proceso de reintroducción del dinero en la economía legítima, haciéndolo pasar como si procediera de una fuente legítima”. Explica Dan Cartolin, ejecutivo de Cuentas para Norteamérica y Latinoamérica en de la plataforma de análisis.
Una cifra de antología
Desde 2019, se han enviado unos 100.000 millones de dólares en fondos desde billeteras ilícitas conocidas a servicios de conversión.
De esto, la mayor suma de dinero registrada fue en 2022: 30.000 millones de dólares identificados, atribuibles en gran medida a transacciones en las que participaron servicios sancionados, como la bolsa rusa Garantex.
Para hacer el blanqueamiento de dinero los ciberdelincuentes utilizan tácticas identificadas por la firma que realizó el estudio. Entre ellas: monederos intermediarios, mezcladores cripto, monederos de privacidad, criptopuentes, bolsas centralizadas, etc. para ocultar el origen y el movimiento de sus fondos.