En esta ocasión, no fue un Galaxy Note 7 el que provocó el caos en una aeronave al incendiarse de manera casi espontánea, sino un ‘flamante’ iPhone 6.
El incidente se dio durante un vuelo hacia Hawái, en el que el teléfono de Anna Crail, una de las pasajeras, mostró señales de una combustión repentina que la obligó a tirar el aparato al pasillo del avión.
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La escena desató el pánico entre los demás pasajeros, quienes no acostumbrados a ver objetos humeantes en un vuelo, creyeron que el dispositivo era un explosivo.
Afortunadamente para todos, los miembros de la tripulación lograron apagar el incendio y calmar a los pasajeros, quienes, entendiendo el problema, se fueron calmando poco a poco.
De acuerdo a Komo, el portal que divulgó la noticia, la causa del incidente fue una falla en la batería del aparato que explotó tras verse sometida a una gran presión, probablemente provocada por la altura a la que volaba el avión.
Por su parte, Crail describió el momento en que su iPhone la traicionó:
De repente habían llamas de hasta 20 centímetros de altura saliendo de mi teléfono y lo tiré al piso pero se metió debajo de otro asiento.
Por esta razón es que se solicita a todos los pasajeros de un vuelo que apaguen sus dispositivos electrónicos. Un porcentaje muy pequeño de las baterías de litio ionizado como las del iPhone y la mayoría de los teléfonos inteligentes tienden a estallar cuando sus componentes internos se ven presionados.
Ante los hechos hacemos la pregunta: ¿Qué está pasando con nuestros smartphones?
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