Hace unos días Apple reconoció que bajaba el rendimiento de sus iPhones de generaciones pasadas sin que los usuarios lo supieran.
La empresa estadounidense señaló que esto ocurría debido a un deterioro de las baterías de ion litio después de un tiempo, por lo que decidieron crear una función que sacrificara un poco el desempeño a cambio de que la batería durara más y evitara que los dispositivos se apagaran repentinamente.
Pero el hecho de que Apple no comunicara la información a sus usuarios molestó a varios y motivó a que se interpusiera una demanda colectiva en la cual se le acusa de “forzar de forma fraudulenta a los propietarios de un iPhone a comprar el modelo más reciente de Apple”.
Los consumidores también se quejaron de que la falta de claridad de la empresa para eplicar lo que podía ocurrir cuando actualizaran sus equipos, las consecuencias de tener baterías viejas y que nunca les pidió permiso para hacer los teléfonos más lentos.
¿Progresará la demanda de los consumidores?
