Ante la tendencia de teléfonos más delgados, donde cada milímetro es importante, parece ya no haber espacio para las tradicionales tarjetas SIM.
La empresa líder en el desarrollo de microprocesadores para smartphones, ARM, quiere deshacerse de las tarjetas SIM como las conocemos y actualizarlas por tarjetas iSIM, un nuevo formato que estará integrado a los procesadores móviles.
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Las nuevas iSIM medirán menos de un milímetro, por lo que ocuparán un pequeño espacio dentro del mismo procesador, al lado del CPU y del GPU. Este tamaño es considerablemente mucho menor a las actuales Nano SIM que miden 12,3 x 8,8 mm.
No sólo ahorrará espacio en los dispositivos móviles, también dinero a los fabricantes, que pagaran menos de 10 centavos por cada iSIM. El objetivo de la empresa es conquistar primero el Internet de las Cosas, antes de llegar a los smartphones, incluyendo las tarjetas en productos que requieran conectividad inalámbrica, incluyendo ropa inteligente.
ARM ya comenzó negociaciones con Qualcomm y MediaTek para desarrollar su tecnología iSIM, aunque todavía podríamos tardar un poco en verlos en dispositivos comerciales.