Hace nueve años Martín Gutiérrez intentó suicidarse, por tercera ocasión, al aventarse contra un camión en movimiento. Suceso del que salió ileso, pero lo dejó aún más conflictuado con su vida.
No estaba satisfecho con su vida llena de altibajos. Salió de su casa a los 15 años y desde entonces vivió solo. Era inquilino de una vecindad en la delegación Iztacalco y llevaba una vida solitaria. En el momento del tercer intento de suicidio cursaba la ingeniería en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
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Aquel día que libró la muerte fue el último sin un plan de vida claro para Martín, pero un encuentro casual con un vendedor de gelatinas lo llevó al negocio de su vida.
El comerciante compartió la receta de su producto con Martín, quien la perfeccionó añadiendo tapioca para después vender el producto resultante como tratamiento para problemas gastrointestinales.
Tal fue el éxito del producto al venderlo en calles y camiones, que Martín contrató un grupo de vendedores. Así comenzó la vida de empresario de este hombre que en repetidas ocasiones pensó en quitarse la vida.
Lo que inició con una inversión de apenas $200 pesos ahora es toda una empresa que factura millones al año. Lo que empezó con una receta de gelatinas, evolucionó en la empresa Moneda Blanca que elabora productos naturistas, con casi 30 mil distribuidores en México.
Actualmente, su marca se vende en Estados Unidos, Colombia, Ecuador, Perú, Canadá y México, con próximo ingreso a Argentina y Chile.
Uno de sus grandes aliados para llevar su empresa a lo que actualmente es fue el Instituto Politécnico Nacional (IPN), que se encargó de incubar y respaldar su proyecto. ‘El Poli’ le brindó asesoramiento técnico, conocimiento de alimentos y beneficios naturistas.
Fue en esta institución donde aprendió a elaborar desde la etiqueta de sus productos, hasta las fórmulas adecuadas para que estos funcionaran adecuadamente en el organismo.
El emprendedor de 31 años ha creado una incubadora de negocios sin fines de lucro. Brinda el servicio con el único compromiso de ayudar a otros emprendedores a generar un impacto social.
Además de Moneda Blanca, este emprendedor creó la casa productora Chirgos que surgió para abastecer su propio negocio y evitar contratar servicios externos de publicidad y producción, comenta Gutiérrez.
En este mismo sentido, creó también un despacho contable y jurídico para prevenir y evitar problemas en este ámbito.
A la par de estas iniciativas, Gutiérrez lleva un fondo de inversión y es dueño de Fibonacci, marca también de productos naturistas.
‘Todos los productos que vendemos tienen un código QR que, al escanear, te envía a la app de Innovaciones Politécnicas y ahí el cliente puede ver los estudios en torno a ese alimento y videos de especialistas certificados que explican sus beneficios’, explica el empresario.
Como otro de sus logros fue invitado por la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Coparmex para representar a México en la cumbre del G20, en Berlín.
Este hombres es considerado un claro ejemplo de orgullo mexicano. De que con inteligencia y visión es posible logar cosas que incluso nunca imaginaste. Cualquier persona con determinación puede ser capaz de emprender.
‘No hay que tener miedo a nada, ni a la crítica, ni a los momentos complicados del negocio’, asegura Gutiérrez.
gpa
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