El pasado octubre, Playboy anunció un cambio drástico: a partir de marzo de 2016, su revista le diría adiós a los desnudos que por décadas la caracterizaron. Internet (y el consumo de pornografía en la web) influyeron significativamente en la decisión de la empresa.
El nuevo competidor de Playboy (y de otras publicaciones para hombres, como Maxim) nació justo en la red en junio de 2015, una startup llamada Arsenic que apuesta por la creación de contenido “por la gente, para la gente” en temas como “moda, estilo de vida y todo lo demás”.
De acuerdo con Business Insider, su enorme crecimiento llevó a la empresa fundada por Hugh Hefner a hacer una oferta de compra, pero Arsenic la rechazó y optó en su lugar por levantar tres millones de dólares en capital semilla para incrementar su equipo y contar con la tecnología necesaria para construir una plataforma que le permita mantener su modelo de generación de contenido.
La empresa no paga por nada de lo que se ve en sus redes, son los miembros de la comunidad quienes voluntariamente lo generan y comparten. La oportunidad de exposición ha sido un imán para cientos de modelos que desean darse a conocer.
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Los seguidores también han interesado a varias marcas que quieren colocar sus productos en las fotografías. Una compañía automotriz, por ejemplo, aprovechó para mostrar uno de sus vehículos en una sesión de autolavado con diversas modelos.
La filosofía de la empresa fundada por Billy Hawkins y Amanda Micallef es que sean sus usuarios -y no las revistas o los fotógrafos- quienes definan lo que consideran sexy (sin retoques o indicaciones sobre cómo posar). Hasta ahora, parece que ha funcionado.
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