Durante la noche del Demo Day, un día dedicado a presentar nuevas ideas para que los inversionistas las apoyen, descubrimos tres historias de emprendimiento que vale la pena divulgar.
En el marco de este evento, en la Mansión Startup de la aceleradora internacional Numa, más de una docena de emprendedores mostraron sus iniciativas en menos de cuatro minutos cada uno, con el fin de atraer el capital que necesitan para crecer sus ya avanzados proyectos.
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Esgrimiendo números, proyecciones, intenciones, inspiración y productos, gente de todos los rincones del país mostró la diversidad de la iniciativa mexicana, misma que va desde el desarrollo de gadgets de alta tecnología hasta estufas minimalistas creadas para ayudar a a las comunidades más alejadas de nuestra nación.
Fue ahí donde pudimos charlar con Jérémie Dalibot, agregado de inversiones de Francia, quien asistió al evento para promocionar el programa French Tech Ticket, iniciativa de incubación de startups para extranjeros que quieran trabajar en Francia.
Cada convocatoria se abre en el mes de enero y los más de 50 ganadores que se van París u otra ciudad del país galo a emprender sus proyectos, son beneficiados por el programa de forma logística y financiera.
Le preguntamos a Dalibot qué hacía falta para convertirse en candidato y nos dijo que ‘sólo era necesario contar con una buena idea que pueda desarrollarse en Francia y Europa’.
Casi con solo presentar un Word o PowerPoint en el que se detalle el proyecto y un video de menos de dos minutos en el que presente la idea general, es posible llamar la atención del jurado de French Tech Ticket y viajar a ciudades como París y Lyon para beneficiarse de la iniciativa.
Este programa pide como requisito ser extranjero y no francés, además de que no hace falta contar con financiamiento externo de ningún tipo para aplicar. De hecho, el Instituto Mexicano del Emprendedor (INADEM) acaba de aliarse con los responsables de dicho proyecto para ofrecer aún más apoyo a los emprendedores mexicanos.
Durante esa noche, charlamos con un representante de Coatl, una startup dedicada al desarrollo de gadgets y experiencias virtuales, que durante la noche intentaron vender la idea de Urband, una banda inteligente que busca reemplazar los controles tradicionales de los videojuegos con tecnología de detección de movimientos.
Sin temor a hacer el ridículo en público, probamos las capacidades del gadget colocándonos unas gafas de realidad virtual Samsung VR en la cabeza.
Fue impresionante ver cómo un grupo de mexicanos sin gran financiación logró diseñar un dispositivo cómodo y pequeño que detecta con precisión los movimientos de tu muñeca para matar zombis en un juego de realidad virtual.
Charlando con el responsable del algoritmo que nos permite lograr dicha hazaña digital, descubrimos más del rol de Numa y las dificultades que las rondas de financiación representan para los ‘startuperos’.
Numa ofrece orientación logística, mercadológica y financiera a quienes busquen su apoyo. Sus expertos ayudan a los emprendedores a nombrar su empresa y producto, además de encausarlos al mercado que estaría más interesado en sus ideas.
Luego, la aceleradora francesa organiza eventos como el Demo Day para reunir a los emprendedores con los inversionistas en un solo evento en el que podrán compartir ideas y hacer networking.
El representante de Coatl, fue honesto al decir que el aspecto más difícil del emprendimiento es el proceso de financiación, debido a que los inversionistas piden cada escrupuloso detalle de la operación de la empresa antes de poner un centavo en ella, lo que complica las cosas para los emprendedores que, por lo regular, no saben exactamente cómo cumplir con dichas exigencias sin ayuda de un experto.
Ahí es donde entra Numa. En proveer el expertise que los startuperos necesitan para echar a andar sus ideas.
Por último buscamos a Carlos Glatt, un emprendedor que, a diferencia del resto de los que se presentaron aquella noche en la Colonia Hipódromo Condesa, no presentó un gadget, sino una estufa en miniatura llamada Glatt Stove.
Carlos creó ‘la estufita’ y, como su nombre lo indica, es una simple estufa en miniatura diseñada para salvar las vidas de las millones de personas que en pleno 2016 inhalan los gases tóxicos que emanan del carbón que se sigue usando para cocinar los alimentos en comunidades aisladas de México y el mundo.
Conmovido por la historia de una niña que pasó toda su vida inhalando estos gases por cocinar en su cabaña de la sierra de Oaxaca, Carlos creó su producto con el fin de salvar su vida y la de las personas que no cuentan con estufas a gas o la infraestructura para hacerlas funcionar.
En sólo un año, Glatt Stove ha reportado ventas por hasta $132 millones de pesos en cientos de puntos de venta distribuidos en 10 estados de México y logrado distribuir más de 1,300 estufitas en todo el país.
Carlos comentó que para comprar una estufa hace falta acudir a Amazon, pero que la gente que realmente la necesita, podrá encontrarla en los mercados, tortillerías y negocios de las comunidades más recónditas de la nación.
Glatt, los de Coatl, Codea, FarmaAPP, Apli y Mubbmi, entre otras iniciativas presentadas esa noche, son unas pocas de las tantas startups que Numa apoya con el único fin de hacerlas crecer y poner a México en el mapa como la próxima gran cuna del emprendimiento internacional.
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