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Cuatro formas de no verte ignorante cuando te preguntan algo que no sabes

Imagina que estás en una entrevista de trabajo en la que todo va bien hasta que comienzan a formularte las preguntas difíciles cuya respuesta desconoces.

En ese momento, tus músculos se tensan, tu postura se encorva y tu piel comienza a sudar. Las cosas ya no van tan bien como hace unos segundos y necesitas salir airoso sin verte ignorante o tonto.

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Lily Zhang, una especialista en desarrollo laboral del MIT, elaboró una serie de cuatro consejos para salirte con la tuya cuando alguien te hace una pregunta que no sabes responder.

Estos consejos no aplican sólo a entrevistas de trabajo, sino a situaciones cotidianas de la vida en la que se te exige más conocimiento del que realmente tienes.

Piensa en voz alta

Sé honesto, habla sobre lo que la pregunta en cuestión provocó en ti. Sólo no menciones total ignorancia. Lo importante es demostrar que puedes organizar tus ideas ante una interrogante sorpresiva sobre un tema que no dominas.

Date tiempo

No tiene nada de malo pedir un poco de tiempo para pensar. Es más, si reflexionas bien tu respuesta antes de darla, podrías ofrecer más argumentos de los que jamás pensaste.

Nadie te va a presionar para que respondas rápido o lo primero que se te viene a la cabeza. Grandes políticos se toman su tiempo para responder preguntas importantes.

Echa mano de un ‘comodín’, una respuesta universal

Ésta requiere más preparación, pero te ayudará a salir airoso de cualquier entrevista incómoda.

Primero comienza con aceptar que no sabes bien cómo responder a esa pregunta que te hicieron y luego habla de otra cosa que esté relacionada con el entorno en el que te encuentras: la empresa, su negocio, experiencias laborales pasadas, etcétera.

Para tener una respuesta universal que te sacará de cualquier lío tendrás que estudiar a la empresa que te está entrevistando, el puesto que buscas ocupar o al entrevistador.

Redirige la pregunta

Nada como ‘irte por la tangente’ para no responder algo que te saca de tu zona de confianza.

Digamos que quieren conocer tu método para lograr una meta en particular. Si eres de los que no tiene un método específico, puedes redireccionar la pregunta hacia algo que sí domines.

El entrevistador tampoco es estúpido y seguro notará que estás evadiendo la pregunta, por eso la clave es relacionar tu respuesta un poco con la interrogante con la que se te enfrentó.

Probablemente conoces más tácticas para salirte con la tuya cuando se te hace una pregunta difícil, pero no hay nada como compartirlas con nuestra comunidad. ¡Comparte tu conocimiento con nosotros!

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