Ver un maratón de Stranger Things, Orange is the New Black o cualquier otro contenido en Netflix y otras plataformas de streaming no es una actividad precisamente amigable con el medio ambiente.
Un reporte de Greenpeace señala que estas plataformas requieren de grandes centros de datos para almacenar el contenido que ofrecen y requieren bastante energía para su funcionamiento, la cual rara vez proviene de fuentes renovables.
La organización ambientalista comparó a diversos servicios y los calificó de la A a la F (mejor a peor) según las fuentes de las que proviene su energía: limpia, gas natural, carbón y nuclear.
Greenpeace también tomó en cuenta las acciones de las empresas para mitigar el uso de las energías ‘sucias’ y promover el de las limpias.
YouTube obtuvo la mejor calificación (A) debido a que su propietario, Google, transparentó su uso de energía y se comprometió a operar totalmente con energía renovable en 2017.
Netflix, por su parte, obtuvo una D, debido a que no publica información sobre sus emisiones de carbono de forma regular y a que hasta la fecha no ha realizado ningún compromiso público por incrementar el uso de fuentes renovables.
A continuación, te mostramos las calificaciones obtenidas por el resto de los servicios de streaming evaluados:
(Vía Quartz)