El magnate neoyorquino se encuentra activo en el mundo de los negocios desde 1968 y, desde que asumió la presidencia de The Trump Organization en 1971, ha consolidado si poder como un ‘maestro financiero’.
Sin embargo, los cierto es que el éxito que le atribuyen muchos es, en realidad, consecuencia del trabajo de algunos de sus socios, su padre, Fred Trump y su abuelo, un inmigrante alemán que llegó a Estados Unidos a finales del siglo XIX.
Luego de amasar una fortuna nada despreciable como dueño de un restaurante durante la Fiebre del Oro de 1900, Frederick, el abuelo de Donald, se mudó a Nueva York, donde, cinco años después, nacería Fred Trump, padre del actual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Frederick venía de un pequeño pueblo en Alemania
Antes de morir en 1918, Frederick había adquirido algunas propiedades en Queens, mismas que serían el inicio del negocio multimillonario que su esposa, Elizabeth Trump, continuaría junto a su hijo Fred.
A principios de la década de los 20s, la viuda de Frederick fundó Elizabeth Trump & Son, una empresa que luego se transformaría en The Trump Organization.
Tras años de exitosos proyectos inmobiliarios que le permitieron a Fred convertirse en un empresario consolidado, éste educó a su hijo Donald en las mejores universidades de Estados Unidos para que posteriormente se hiciese cargo de la empresa familiar.
Fred y Donald Trump en Manhattan, Nueva York
En 1971, Donald, con tan sólo 25 años de edad, asumió el control de la empresa inmobiliaria que su abuela había fundado casi medio siglo atrás.
Su primer gran proyecto fue la revitalización de un complejo de apartamentos en Ohio que su padre había comprado por 5.7 millones de dólares en 1962.
Allí empieza una carrera de altas y bajas que han llevado a Trump, el nieto de dos inmigrantes alemanes, a contender por la presidencia de Estados Unidos.
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