En las últimas semanas, Samsung se ha visto envuelta en el escándalo por la explosión de los teléfonos Galaxy Note 7, pero la compañía ha decidido usar este mal trago como un catalizador para comenzar de nuevo.
Durante el 47 aniversario de la fundación de la empresa, el codirector general de Samsung, Kwon Oh-hyun, destacó la necesidad de que la firma se enfoque en la innovación para reforzar su competititvidad.
“Esta crisis nos ha hecho mirar hacia nosotros y pensar que tal vez nos volvimos complacientes, esto sirvió como un impulso hacia este nuevo inicio”, dijo a los empleados de la empresa, de acuerdo con Bloomberg.
Kwon Oh-hyun también pidió la creación de un sistema de crisis para responder a este tipo de problemas de mejor manera. Diversos especialistas en la comunicación de crisis criticaron la forma en la que reaccionó Samsung y algunos analistas consideraron que la reputación de la marca podría verse dañada en el largo plazo.
Los reportes de incendio de equipos Note 7 comenzaron a difundirse semanas después de su debut en agosto, aunque inicialmente se atribuyó a una falla en las baterías, los equipos de repuesto continuaron presentando el problema, lo que obligó a la compañía surcoreana a solicitar su devolución y detener la producción del modelo.
Se prevé que el episodio del Note 7 costará cerca de 6 mil millones de dólares a Samsung, mientras la compañía dijo que los efectos del incidente afectarían sus ganancias durante los próximos dos trimestres.