Samsung finalmente reveló los resultados de la investigación sobre las explosiones que experimentaron varios de sus smartphones Galaxy Note 7. ¿El motivo? Fallas en la batería.
La compañía surcoreana insistió en que no se trató de un problema con el dispositivo y dijo que las baterías de los dispositivos presentaron dos fallas separadas.
La primera tenía una falla en el diseño en la esquina superior derecha, lo que ocasionaba cortocircuitos.
La segunda, colocada en los equipos de reemplazo, registró un error de manufactura debido a un defecto en la soldadura, otras baterías carecían de cinta de aislar.
Samsung se disculpó con clientes y distribuidores y comentó que dedicó una “gran instalación” para realizar las pruebas; en total, 700 personas analizaron 20 mil teléfonos y 30 mil baterías extra, además de solicitar análisis a terceros, quienes obtuvieron resultados similares.
La empresa también implementó un proceso de prueba de ocho pasos con el que evaluará la batería de sus dispositivos de ahora en adelante.
¿Dónde estuvo el error de Samsung?
Una de las versiones que surgió tras el escándalo del Note 7 fue que el deseo por innovar y superar a la competencia, específicamente al iPhone de Apple, propició las fallas.
Parece que la hipótesis no era tan errada, ya que pese a las fallas básicas en manufactura, el presidente de Samsung, Koh Dong-jin, admitió que la firma fue “agresiva” en su búsqueda de una batería más grande que cubriera las necesidades de sus usuarios, como consumir contenido multimedia por más tiempo.