Quizá alguna vez disfrutaste de lo más glorioso que dos pesos podían comprar: una bolsita de Totis; esas frituras redonditas con sabor a sal y limón que sólo esperaban un toquecito de salsa Valentina para saciar tu antojo.
Pues lamentamos informarte que en Chiapas, Fritos Totis del Sureste cerró su puertas y, según extrabajadores, se declaró en quiebra.
De acuerdo con El Universal, la fábrica se había inaugurado en 2005 con planes de exportar a Centroamérica y Estados Unidos, y aunque en sus inicios contaba con 200 personas que trabajaban día y noche, con el paso de los años se redujo el personal y las jornadas, reveló un exempleado de la empresa al diario.
Abraham González Torres fundó Totis en 1987, cuando él elaboraba, empacaba y vendía las frituras en la Ciudad de México. A medida que la empresa creció, abrió fábricas en Hidalgo y Chiapas.
En 2012, La Costeña compró su empresa, una operación con que pretendía impulsar las ventas de la marca en el continente. Sin embargo, en 2016 el director general de La Costeña, Rafael Celorio, reconoció que Totis estaba creciendo menos de lo esperado.
Así que podríamos estar frente al triste adiós de un clásico de nuestra infancia.