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#DeleteUber, la plataforma hizo enojar a sus usuarios (otra vez)

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En las últimas semanas, Uber ha hecho que miles de usuarios se enojen con la empresa y decidan borrarla de sus dispositivos. Durante el fin de semana, el testimonio de Susan J. Fowler, una extrabajadora de la compañía, puso a la compañía en el centro de un nuevo escándalo.

Fowler reveló que cuando laboró como ingeniera de fiabilidad de sitio (SRE) en Uber (entre noviembre de 2015 y diciembre de 2016) sufrió acoso sexual y que, pese a haberlo notificado, ni Recursos Humanos ni directivos de la empresa hicieron algo al respecto, alegando que el agresor “tenía muy buen desempeño” y que era su “primera falta”.

A través de su blog personal, la profesionista narró su experiencia y señaló que no era la única mujer en la empresa que había atravesado por la misma situación.

“Algunas de las mujeres incluso tenías historias en las que reportaban al mismo gerente que yo y que habían denunciado interacciones inapropiadas con él mucho antes de que yo llegara a la empresa. Era evidente que tanto Recursos Humanos como la gerencia habían mentido al decir que era ‘su primera falta'”, se lee en el post.

La publicación fue ampliamente compartida en internet y reavivó el hashtag #DeleteUber que se popularizó en enero, cuando se acusó a la compañía de sacar provecho del paro de los taxistas en apoyo a las manifestaciones contra el veto migratorio de Donald Trump para ofrecer sus servicios.

El cofundador y CEO de la empresa, Travis Kalanick, dijo en un pronunciamiento que las acusaciones de Fowler eran “aborrecedoras y en contra de todo lo que Uber representa y cree” y ordenó una investigación urgente sobre el tema.

“Buscamos hacer de Uber un lugar de trabajo justo y no hay lugar para este tipo de conductas, quien crea que es correcto o actúe de esta forma será despedido”, declaró Kalanick y dijo que era la primera ocasión que tenía conocimiento de la situación.

Uber no es la única empresa en la que se ha denunciado este tipo de comportamientos, de hecho, el acoso sexual y el sexismo se extienden a través de diversas firmas tecnológicas.

De acuerdo con una encuesta elaborada en 2016, 60% de las mujeres que trabajan en Silicon Valley ha recibido algún tipo de insinuación sexual no deseada en el entorno laboral, dos tercios de las cuales vinieron de un superior (acoso sexual). La misma encuesta reveló que muchos hombres ignoraban que sus contrapartes femeninas experimentaban esta situación.