Tras las amenazas de Trump de obligar a Apple a sacar la producción del iPhone y ‘sus malditas computadoras’ de China, la firma de Cupertino ha comenzado a estudiar las consecuencias de fabricar su teléfono estrella en Estados Unidos.
El resultado es desolador tanto para el mercado como para los consumidores, pues, según algunas estimaciones, el precio final del iPhone podría ser el doble del que estamos acostumbrados.
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Esto no sólo afecta a los consumidores, quienes tendrán que pagar dos veces más por un aparato que, producido en China, sigue teniendo un precio ‘accesible’ en tiendas, sino también a la empresa debido a que perderá competitividad frente a otros fabricantes, en especial los chinos.
Además, reporta el portal Nikkei, existen otros problemas asociados con los iPhones fabricados en Estados Unidos: la mayoría de sus componentes son fabricados en distintas partes de Asia.
Por otro lado, indica un especialista citado por Business Insider, si Apple llegara a producir sus aparatos en su propio país, probablemente lo haría en fábricas automatizadas, por lo que el incremento en los empleos que Trump espera como resultado de este cambio tendría un alcance limitado.
¿Qué va a pasar con nuestros iPhones?
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