Uno de los casos más sonados del fracaso de las encuestas es el Brexit, cuando el voto de Reino Unido por salir de la Unión Europea se impuso contra todo pronóstico.
Después del referéndum, salió a la luz que varias encuestas tradicionales habían errado en sus proyecciones, mientras otras cuyos métodos contemplaban el uso de internet y los teléfonos móviles, obtuvieron resultados más acertados.
¿Y entonces por qué se siguen haciendo encuestas en la forma tradicional? Este video que circula en redes sociales explica algunas de las razones, como el beneficio que obtienen políticos y partidos de ello.