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¿Reducir la circulación de efectivo ayudaría a combatir la delincuencia?

Reducir el uso de efectivo e impulsar el uso de tarjetas o medios de pago digitales contribuye a que más personas tengan acceso a los servicios financieros formales para ahorrar, pagar, obtener créditos y préstamos o realizar otras transacciones.

Pero también podría ayudar en la lucha contra la delincuencia. De acuerdo con el precandidato de PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade, además de combatir el tráfico de armas y quitar recursos a los grupos criminales, involucrar a las autoridades hacendarias para restringir el uso de efectivo permitiría enfrentar la inseguridad en el país.

No es la primera vez que Meade menciona esta idea. Durante su paso por la Secretaría de Hacienda, explicó que tener un mayor control sobre las operaciones financieras que realizan las personas, ayudaría a que las autoridades disminuyan los actos indebidos.

¿Pero usar menos dinero en papel combatiría el crimen? De acuerdo con Peter Sands, catedrático emérito de la Universidad de Harvard, la respuesta es sí. Esto se debe a que el efectivo es el método de pago preferido por organizaciones e individuos que realizan actividades ilícitas.

“Ningún otro mecanismo de pago provee anonimidad para ambas partes, es tan aceptado ni deja tan pocos rastros”, manifestó en un documento de la Harvard Kennedy School.

Sin el efectivo, los delincuentes deben recurrir a los bancos u otras alternativas para mover dinero que incrementarían las posibilidades de ser descubiertos.

Richard Wright, director del departamento de Justicia y Criminología en la Universidad Estatal de Georgia, considera que aunque el crimen no se detendría por completo, “reduciría significativamente”; por ejemplo, porque las transacciones para la compra de droga serían más fáciles de detectar.

Otros especialistas, como Ray Fisman, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, no son tan optimistas al respecto y consideran que los criminales encontrarán la forma de dominar las laternativas al efectivo para seguir llevando a cabo sus operaciones. Para las autoridades, el reto será anticipar estos movimientos para rastrearlos y detenerlos en cualquier plataforma.

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