El director mexicano Guillermo del Toro es un hombre que ha estado activo desde que era muy pequeño, ingeniándoselas para crear sus monstruos.
Pero antes de ser un famoso cineasta, del Toro tenía que ganarse la vida, y tuvo varios empleos tan peculiares como los personajes que concebiría.
1. Hacía la limpieza en una clínica mental
Cuando comenzó a estudiar la universidad, Guillermo se ganaba un dinero extra haciendo la limpieza en una clínica mental, pero lo más “creepy” es que comía el lunch…¡en la morgue!
2. Ayudó en efectos especiales
Guillermo logró que Dick Smith, el maestro de los efectos especiales, lo contratara como ayudante, y vaya que aprendió mucho del hombre que creó personajes para películas como El Exorcista, The Hunger o Scanners.
3. Trabajó en una novela con Lucía Méndez
Del Toro aplicó lo que aprendió de Dick Smith y lo trasladó a su propia empresa de efectos especiales, Necropia, que lo llevaría a trabajar con Lucía Méndez.
La actriz era protagonista de la telenovela “El extraño retorno de Diana Salazar”, en el que daba vida a una mujer con poderes psíquicos, los cuales se presentaban con el cambio del color de sus ojos a amarillos.
La empresa de Del Toro diseñó los lentes de contacto, y no solo eso, él tenía que encargarse personalmente de la colocación porque Lucía tenía dificultades para ponérselos.
4. Fue un hombre lobo
A principios de los noventa, Guillermo dirigió y protagonizó un comercial de Alka Seltzer que muestra cómo la fascinación por los monstruos lo ha acompañado toda la vida. En el anuncio, el cineasta tenía una terrible indigestión en medio de una junta, tan severo era el malestar que se transformó en hombre lobo, pero con un trago del líquido efervescente todo volvió a la normalidad.
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