Muchos CEOs de startups adoptan el estilo de liderazgo del “emprendedor visionario”. Fijan una gran visión, proveen metas elevadas y modelan una ética laboral ambiciosa.
En la etapa de crecimiento de la compañía, es una estrategia que puede funcionar. La posibilidad de trabajar cerca de los fundadores suele motivar e inspirar a los empleados más jóvenes y hace que se sientan parte de un “club especial”.
Pero a medida que crece la empresa, ese contacto se vuelve menos tangible o posible, por lo que la cifra de empleados que renuncian incrementa.
Jeffrey W. Hull, director de educación y desarrollo de negocios en el Instituto de Coaching, explica que para abordar el problema del engagement, los líderes deben reconocer que los métodos con los que lideraban y motivaban a su staff en la etapa inicial quizá no funcionan más.
Para tener éxito en la etapa de expansión, es necesario enfocarse en motivadores intrínsecos como la autonomía, competencia y sentirse identificado; además de un balance entre el modo de liderazgo de “empuje” (dirigir, delegar) con un acercamiento de “tracción” (empoderar, colaborar, coachear).
El especialista propone cuatro formas de hacerlo:
1. Escuchar más
Cambia la dirección por el coaching, que se basa en escuchar en lugar de hablar. Haz preguntas abiertas y bien pensadas, pon atención, mantén contacto visual y un lenguaje corporal receptivo. Recuerda que no se trata de cantidad, sino de calidad.
2. Alinea las metas del personal con las del negocio
Cambia de fijar metas en el modo directivo a un proceso recíproco que enlace el crecimiento del negocio con el del individuo. Cuando las personas sienten que los objetivos de la organización están relacionados directamente con su desarrollo, suelen tener mayor disponibilidad a dar un esfuerzo extra.
3. Crea loops de feedback
Reserva un poco de tiempo para que ambas partes den un feedback en una junta semanal o quincenal. De esta forma haces que la retroalimentación se convierta en parte de la cultura organizacional y no en un evento ocasional o anual.
4. Construye redes de colaboradores
Incluso en las pequeñas empresas, pueden aplicarse programas de grandes compañías, como grupos de empleados que reúnan a personal de diferentes áreas para intercambiar lecciones que han aprendido en diferentes proyectos y generar ideas para proyectos e innovaciones.
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