Tras el nacimiento de su hijo, Sarah Boyle, una mujer de 28 años, fue diagnosticada con cáncer de mama, por lo que los doctores le extirparon ambos senos y fue sometida a quimioterapia, pero todo fue una negligencia médica.
Fue un año después que los doctores se dieron cuenta que en realidad nunca tuvo cáncer, le pidieron disculpas y le ofrecieron reconstruir sus senos, aunque le advirtieron que el hacerlo podría incrementar el riesgo de desarrollar cáncer de mama en un futuro, además podría tener problemas de fertilidad.
Los hechos ocurrieron en 2017 en el Reino Unido, cuando Sara tenía sólo 25 años. En ese entonces los doctores del Hospital Royal Stoke la diagnosticaron con cáncer de seno triple negativo, pero en realidad solo fue una mala interpretación de su biopsia.
“Que te digan que tienes cáncer, que es raro que alguien de tu edad lo tenga, es suficientemente difícil de asimilar. Pero después de meses de tratamiento horrible, que me digan que todo fue innecesario es algo con lo que no estoy segura de que pueda llegar a un acuerdo completo”, declaró Sarah a medios locales.
Tras enfrentar un proceso legal por negligencia médica, llegaron a un acuerdo de admisión de responsabilidad con los hospitales de la Universidad de North Midlands NHS Trust.