Stephen Hawking creía que la ciencia tenía una explicación más convincente sobre la creación del Universo, que la religión y así lo afirmó…
Para algunos médicos Stephen Hawking fue un milagro al superar la expectativa de vida de una persona con esclerosis lateral amiotrófica, sin embargo, él se declaró abiertamente como ateo y aseguró que Dios no existe.
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Decía que no había pruebas que demostraran la existencia o inexistencia de un ser superior al hombre. Y así se expresaba:
‘En el pasado, antes de que entendiéramos la ciencia, era lógico pensar que Dios creó el universo. Pero ahora la ciencia ofrece una explicación más convincente.’
Durante una entrevista para la ABC News, le preguntaron a Hawking si había una manera de reconciliar la religión y la ciencia, a lo que respondió:
‘Hay una diferencia fundamental entre la religión, que se basa en la autoridad, [y] la ciencia, que se basa en la observación y la razón. La ciencia ganará, porque funciona.’
Otras de sus declaraciones sobre la religión fueron:
‘Dios puede existir, pero la ciencia puede explicar el universo sin la necesidad de un creador.’
‘La raza humana necesita un desafío intelectual. Debe ser aburrido ser Dios, y no tener nada que descubrir.’
‘Somos simplemente una raza avanzada de monos en un planeta menor de una estrella muy promedio. Pero podemos entender el universo. Eso nos convierte en algo muy especial.’
‘Creo que la explicación más simple es que no hay Dios. Nadie creó el universo y nadie dirige nuestro destino. Esto me lleva a una profunda comprensión de que probablemente tampoco haya cielo ni vida después de la muerte. Tenemos esta vida para apreciar el gran diseño del universo y por eso, estoy extremadamente agradecido.’
‘Dado que existe una ley como la de la gravedad, el universo pudo crearse a sí mismo de la nada, como así ocurrió. La creación espontánea es la razón de que exista algo, en vez de nada, de que el universo exista, de que nosotros existamos. No es necesario invocar a Dios para que encienda la mecha y ponga el universo en funcionamiento.’
El científico británico confiaba ciegamente en ciencia, en los avances tecnológicos y que muy pronto, no habría ningún aspecto de la realidad fuera del alcance de la mente humana.