En México de muy poco le sirvió tener doctorado, le pagaban una miseria por dar clases y en Francia es una de científicas más reconocidas.
Pese a su amplia preparación académica, México no fue el lugar donde pudo cosechar los frutos de años de esfuerzos. Egresada del IPN, la doctora Raquel Hurtado Ortiz es una de los ocho mexicanos que trabajan en el Instituto Pasteur, en Francia.
Tras ocho años en Francia, en diciembre del año pasado, el Instituto Pasteur la nombró encargada de la Colección Nacional de Cultivos de Microorganismos. Los avances del Instituto permitieron controlar enfermedades como la difteria, tétanos, tuberculosis, y fue el primer laboratorio que aisló el VIH.
El camino previo a Francia no fue fácil. Raquel es Químico Bacteriólogo Parasitólogo por el IPN, donde también estudió la Maestría y Doctorado. Dio clases de histología y microbiología en el Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS) del IPN donde le pagaban 90 pesos por hora.
Tuvo otros empleos donde no le pagaban los días de vacaciones porque ‘no se trabaja’, o donde no tenía prestaciones. Durante el doctorado hizo una estancia en Francia a través de un programa del Conacyt con otras universidades y el Instituto Pasteur, con el financiamiento de ambos países.
Regresó a México para terminar el doctorado, pero su sueño no quedó ahí. Volvió a Francia gracias a la directora con la que hizo la estancia, quien la contactó para una segunda postdoctoral. El contrato era por dos años, pero se quedó a probar suerte y después de ocho años llegó lo que ella llama:
‘… la cúspide o uno de los momentos en los que sé que valió la pena el trabajo, el esfuerzo y la dedicación’
¡Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde! Así como Raquel, otros 1.2 millones de mexicanos con estudios de posgrado ha abandonado el país por falta de oportunidades para ellos. Ahora busca ayudar a otros investigadores en México con la Red de Talentos Mexicanos en Francia.