El pasado viernes se develó una estatua de la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, en su ciudad natal Sevnica, Eslovenia que causó críticas entre los habitantes.
El artista estadounidense, Brade Downey, encargó la estatua al artesano local, Ales Zupevc, conocido como ‘Maxi’, con el único requisito de que tuviera el mismo color del abrigo que Melania uso durante la toma de protesta de su marido en enero de 2017.
‘Maxi’ cumplió con el encargo y entregó una escultura tallada en madera con la mano levantada a modo de saludo.
Sin embargo, a los residentes no les gustó la estatua y la calificaron como ‘una vergüenza’ por no paracerse en nada a Melania e incluso afirmaron que se parecía más a la ‘Pitufina’ o a un espantapájaros, según documentaron medios locales.
Sevnica se ha convertido en un atractivo turístico para visitantes que buscan información sobre los primeros años de la ahora primera dama estadounidense, por lo que los residentes han sacado a la venta productos de la marca Melania, que incluyen zapatillas, pasteles y miel.
