Sí, los narcotraficantes tienen muchos enemigos, pero el de un cártel colombiano es un tanto peculiar.
Se llama Sombra y es una perra policía que se ha convertido en un dolor de cabeza del Clan del Golfo.
Sombra, una pastor alemán de seis años, realiza labores de rastreo en diversos aeropuertos de Colombia y gracias a su entrenado olfato, se han incautado importantes cargamentos de droga y detenido a 245 personas.
Por ello, el grupo delictivo comenzó a ofrecer una recompensa de 200 millones de pesos a quien mate al can.
Debido a las amenazas, la Policía Nacional de Colombia ya implementó un fuerte operativo de seguridad para proteger su vida.