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Así tendríamos que ser para sobrevivir un choque automovilístico

meetgraham.com

La fisionomía del Homo Sapiens no se ha adaptado a la vida moderna, y menos cuando de sobrevivir un aparatoso choque automovilístico se trata.

Por eso, la Comisión de Accidentes de Transporte de Australia ha realizado una investigación para saber cómo tendría que cambiar el cuerpo humano para salir airoso de un impacto a alta velocidad.

El resultado de dicha investigación tiene por nombre ‘Project Graham‘, un ser deforme, corpulento y tosco constituido de varias capas de protección extra que le permitirían sobrevivir el peor de los accidentes automovilísticos.

Sus costillas son más gruesas y entre ellas hay bolsas de aire que protegen los órganos internos.

El cráneo de Graham es mucho más denso y resistente que el nuestro, mientras que su cuello es casi inexistente.

La piel de esta criatura es áspera, gruesa y flexible, lo que le ofrece una capa extra de protección en caso de caer al asfalto durante un accidente.

Graham no tiene nariz y sus orejas están cubiertas por su propio cráneo. La piel de su rostro esconde una buena cantidad de grasa que le protegerían en caso de proyectarse contra el parabrisas.

Los encargados de esta investigación tomaron en cuenta las lesiones más comunes entre las víctimas de choques automovilísticos para diseñar a Graham, una criatura ‘adaptada’ a los peligros de la vida detrás del volante.

La idea es concientizar a la población de que somos seres frágiles que pueden morir o salir gravemente heridos de un choque o atropellamiento y que, por el momento, no contamos con una fisionomía como la de Graham para sobrevivirlo.