Varios usuarios de redes sociales han compartido una publicación que alerta sobre un nuevo tipo de estafa que ya ha cobrado decenas de víctimas.
Se trata de una variación de la clásica llamada fraudulenta por parte de un representante de alguna institución bancaria que pide datos de la tarjeta de crédito de la víctima con el fin de extraer sus fondos vía cajero automático o transferencia bancaria.
Relacionado: Compré una MacBook en el Centro y salí estafado
En el video compartido originalmente por una popular página de Facebook se puede escuchar a una supuesta empleada de un banco notificando al usuario de una transacción hecha en una página pornográfica de internet.
La operadora comenta que para evitar problemas con futuros pagos con dicho plástico, el usuario debe revelarle los 16 dígitos de su tarjeta bancaria.
Posted by Salvador Iglesias on lunes, 12 de junio de 2017
Enseguida, el que sostiene el teléfono le pregunta a la mujer al otro lado de la línea si realmente cree que es tan inocente como para revelarle esa información tan fácilmente, a lo que ella contesta de forma irónica.
Al cabo de dos videos cortos hechos con un teléfono móvil se puede ver cómo los que intentan cometer el fraude tienen en su poder parte de los datos bancarios de la persona, incluso los últimos cuatro dígitos de su plástico y su fecha de nacimiento.
Posted by Salvador Iglesias on lunes, 12 de junio de 2017
Enseguida el hombre del video enfrenta a la mujer preguntándole cuánto hace diariamente estafando a la gente, cuestión que ella no responde inmediatamente.
El video se ha compartido ya miles de veces por usuarios que, preocupados por este tipo de estafa, intentan prevenir a otros de caer en ella.
Ante este tipo de casos, recomendamos terminar la llamada y contactar a tu banco para reportar lo sucedido.
También te recordamos que las instituciones bancarias no piden datos bancarios a sus usuarios vía telefónica y que la mayoría de sus transacciones con tarjeta de crédito o débito se deben atender en sucursal.
gtb
También te interesará: NES en miniatura: la estafa de la nostalgia