Harto de la mediocridad del servicio de la app HBO Go, decidí acabar con mi suscripción mensual.
Primero, como cualquier persona haría, me dirigí a la web de HBO Go Latinoamérica, pero allí no encontré la opción que necesitaba.
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Por ningún lado hallé el botón de Cancelar Suscripción, por lo que acudí a Twitter para quejarme (como buen millennial).
Me dirigí a la cuenta de Soporte de HBO Go para pedir ayuda con mi proceso y no obtuve respuesta.
Luego pensé: ‘hey, yo no contraté este servicio directamente con HBO, sino a través de Dish OTT, el servicio de cable que me permitía hacerlo desde México. Más vale que acuda a ellos’.
En segundos descubrí que la opción para hacerlo estaba allí, solo que al darle clic, me enviaba este mensaje de error.
‘¿Acaso Dish no quiere que cancele?’
Entré Twitter nuevamente para quejarme con Dish y HBO Go Latinoamérica, y, como era de esperarse, no recibí respuesta.
Luego llamé directamente a Dish OTT por teléfono y después de varios intentos fallidos, logré comunicarme.
En segundos una operadora tomó mi llamada y escuchó mi intención.
Al principio mi interlocutora intentó disuadirme ofreciendo un mes gratis del servicio, con la promesa de que llenaría un reporte para que ‘HBO Go no volviera a fallar’, pero ni eso logró hacerme cambiar de opinión.
Pronto logré que mi servicio fuera cancelado, pero podré ‘disfrutar’ de la programación hasta el 2 de septiembre. Ese será un tiempo suficiente para ver cómo HBO Go sigue fallando con el estreno de cada episodio de Juego de Tronos (o se arregla milagrosamente).
Así fue mi periplo para cancelar mi suscripción a la app que, además de colapsar cada fin de semana, no es amigable con el usuario ni se compara técnicamente a Netflix o Amazon Prime.
Lo siento, HBO, pero este coqueteo no tenía futuro.
gtb
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