México enfrenta grandes amenazas internas que podrían ser más dañinas que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca; por una lado, atraviesa una crisis social, tras el gasolinazo de enero y los que se prevén en los próximos meses; y una espiral de violencia que está afectando la imagen del país en el exterior. ¿Cómo llegamos hasta este punto? ¿Qué nos espera para el resto del año?
Los hechos
Los mexicanos comenzaron un 2017 con la llegada del primer gasolinazo, situación que generó una serie de protestas e inconformidad social, que en algunos casos derivaron en actos violentos y delictivos.
Después, la violencia se desató en el Sureste del país. El primer hecho surgió la madrugada del lunes 16 de enero dentro del club nocturno Blue Parrot ubicado en Playa del Carmen, Quintana Roo, cuando un sujeto abrió fuego y provocó la muerte de cinco personas.
Un día después de la balacera en el bar, se reportó el ataque a la delegación de la Fiscalía de Justicia en Cancún y la sede del C4 en esa ciudad, que dejó al menos cuatro muertos, entre ellos un policía ministerial.
Hoy por la mañana, en Monterrey, Nuevo León, un adolescente de 15 años disparó a sus compañeros y maestra dentro de un salón de clases del Colegio Americano del Noreste. El menor dejó un saldo de 5 heridos y después cometió suicidio.
En la semana en la que Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos, México atraviesa, de nueva cuenta, una crisis de seguridad y una espiral de violencia. A esto podrían sumarse las primeras acciones de gobierno del nuevo presidente de EU, quien ha dicho que cumplirá con las amenazas prometidas contra México durante su campaña presidencial; entre ellas la construcción del muro, la deportación masiva de inmigrantes indocumentados y la imposición de aranceles a los productos mexicanos.
Frente a este panorama, México parece estar más vulnerable que nunca. Una situación económica de incertidumbre, los hechos de violencia como los ocurridos Colegio Americano del Noreste y la presunta guerra entre cárteles mexicanos en una de las plazas turísticas más importantes del país, prometen un año de terror.