Varias compañías están interesadas en hacerse del gran pastel que representa Twitter en redes sociales, pero algo los detiene, ¿qué es?
Según los expertos, es la gran cantidad de trolls que habitan el sitio, contaminando cada cuenta con un número insondable de comentarios tóxicos cargados de ponzoña viral.
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Al principio, allá por 2006, Twitter nació como una red social completamente libre en la que cualquiera podía escribir lo que pensaba, tal cual como quería; sin embargo, esta mentalidad acabó por atraer a millones de personas que hoy hacen uso de esa libertad para hacer daño.
Debido a esto, detalla Bloomberg, grandes firmas como Disney decidieron no proseguir con las negociaciones de compra.
Hasta ahora, Google, Disney y, más recientemente, Salesforce ya se hicieron a un lado en la carrera por adquirir Twitter, pero quizá otras empresas más en sintonía con la polémica cultura empresarial de la red social sigan interesadas en hacer su oferta.
En Twitter no sólo hay comentarios tóxicos, sino también pornografía, misoginia y cuentas dedicadas a promover la prostitución, el consumo de drogas y la venta de productos ilícitos, lo que choca con la filosofía de empresas más familiares.
Además, indica el agregador Business Insider, los expertos consideran que la red social es demasiado volátil en la Bolsa, lo que la vuelve menos atractiva para los inversionistas.
Actualmente el sitio sigue perdiendo dinero, a la vez que su número de usuarios nuevos no hace más que seguir estancado, lo que pone a Twitter en una situación muy vulnerable.
Debido a los últimos casos de acoso hacia algunos de sus usuarios más prominentes, la cúpula de ejecutivos en Twitter decidió comenzar a trabajar en desarrollar nuevas formas de combatir a los trolls, pero hasta ahora los intentos han sido algo tibios e insuficientes.
¿Podrá esta herramienta limpiarse de acosadores y usuarios nocivos?
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