Hasta hace unos meses McDonald’s estaba en problemas: la gente había dejado de visitar el restaurante y la competencia no paraba de robarle terreno.
Sin embargo, a tiempos desesperados, tácticas desesperadas, y una de las medidas más drásticas que se tuvieron que tomar para salvar a la famosa cadena de restaurantes de comida rápida, fue una que hace 15 años jamás nos habíamos imaginado.
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Business Insider realizó un análisis en el que descubrió que las ventas de McDonald’s tuvieron un repunte de 1.7% solo en Estados Unidos.
Y todo, dice el portal, por dos razones: mejorar la oferta de tamaños de la Big Mac, el producto más famoso de la compañía y servir desayunos todo el día, todos los días.
Fue esta drástica medida la que logró que las ventas globales de la firma se elevaran 4% durante el año pasado y el valor de sus acciones se fijara en $1.47 cada una, valor que la empresa no veía en años y que los inversionistas definitivamente no esperaban.
Cadenas de restaurantes como Chik-fil-A, Chipotle y Subway habían sido los principales responsables de la caída de McDonald’s que, aunado a un menú que no había sido renovado en años, no paraba de volverse cada vez menos atractivo para el consumidor.
De acuerdo a Business Insider, en 2016 las visitas a los restaurantes de McDonald’s cayeron 2.1% solo en Estados Unidos, incluso aún después de una tímida renovación del menú y la oferta de alimentos.
¿La clave del éxito de esta empresa? Hacer caso a las peticiones de los clientes, que siempre pidieron que la empresa ofreciera desayunos todo el día.
Si bien esa medida es considerada una pesadilla logística para los gerentes de cada uno de los restaurantes de la cadena debido a los procesos de parrilla necesarios para satisfacer la demanda de desayunos, su adopción fue, sin duda, la causante del renacimiento de la empresa en el gusto de los comensales del mundo.
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