Cada día, miles de millones de células del cuerpo humano se dividen o mueren. Todo forma parte de los intrincados procesos que mantienen la sangre fluyendo desde el corazón. Los alimentos se mueven a través de los intestinos y la piel se regenera. Cuando eso no ocurre podría estar presente la posibilidad de un cáncer.
Sin embargo, de vez en cuando algo sale mal y las células que deberían morir o dejar de crecer simplemente no lo hacen. Si no se controlan, esas células pueden convertirse en cáncer.
La cuestión de exactamente cuándo y por qué ocurre eso —y qué puede hacerse para impedirlo— ha dejado perplejos a científicos. Los médicos especializados en cáncer han avanzado en explicaciones que no llegan a ser definitivas.
A pesar de las preguntas sin respuesta que quedan, han realizado enormes avances en la comprensión y el tratamiento de esta enfermedad. Está claro que en las células del organismo está la clave.

¿En qué medida se puede prevenir?
Muchos cánceres se forman por razones que están completamente fuera de nuestro control. Siempre habrá algunos cánceres, incluso aunque tuviéramos la mejor prevención. Pero la prevención puede marcar una gran diferencia, coincide un panel de expertos consultados por The New York Times.
Los epidemiólogos calculan ahora que 40% de los cánceres, y un porcentaje similar de las muertes, pueden atribuirse a factores de riesgo evitables. El mayor de ellos es fumar cigarrillos, pero la lista también incluye la exposición al sol, el consumo de alcohol y el exceso de peso corporal.
Algunas infecciones, como las causadas por los virus de la hepatitis B y C, el virus del papiloma humano y la bacteria H. pylori, también pueden provocar determinados cánceres. Vacunarse contra el VPH y someterse a pruebas de detección de hepatitis y H. pylori puede reducir el riesgo.
Células y cáncer: ¿Qué hay de nuevo en tratamientos?
Los médicos disponen de mejores tratamientos gracias en parte a una comprensión más avanzada del sistema inmunitario en el cáncer.
Cómo funciona el sistema inmunitario, qué hace que esas células sean diferentes, qué hace que se activen. Cuándo se activan y se desactivan… había que saber todo eso antes de poder intentar jugar con los controles.
Poder jugar con esos controles se ha abierto todo un nuevo campo de tratamiento del cáncer, conocido como inmunoterapia.
Los médicos pueden ahora quitar los frenos de las células T. Estas son las luchadoras del sistema inmunitario que eliminan las células cancerosas. En consecuencia, han surgido terapias inhibidoras de los puntos de control, utilizadas para tratar los cánceres de pulmón y de piel, entre muchos otros.
También pueden diseñar células T para que encuentren y combatan el cáncer. Este es el enfoque detrás de la terapia con células CAR-T, que ha sido más eficaz en el tratamiento de los cánceres de la sangre.
Hay un amplio campo para el optimismo dicen los expertos, pero el cáncer sigue siendo un poderoso enemigo.