Un hombre perdió la herencia que le dejó su fallecida esposa por incumplir su promesa de no volver a rehacer su vida con otra mujer.
El caso se registró en La Coruña, en España donde una mujer realizó un testamento en 1975 y nombró como su heredero a su esposo, pero puso una cláusula donde establecía que si él volvía a contraer nupcias quedaría desheredado.
La mujer falleció en 1996 y el esposo se quedó con toda la herencia, pero su cuñada decidió demandarlo años después al ver que ya vivía con otra mujer.
Fingía que era su prima
El viudo fingía que la mujer con la que vivía era su prima y alegaba que la cuidaba porque estaba enferma, pero nunca comprobó su parentesco.
Al morir su segunda mujer en 2016, el hombre colocó “esposo” en la esquela, pero explicó que lo hizo porque “le parecía muy frío poner primo y que lo más cercano a la fallecida que se le ocurrió fue esposo”.
Sin embargo, el tribunal no creyó su versión y determinó con base en pruebas y testigos que el hombre mantuvo una relación “afectiva y de apariencia conyugal, con carácter habitual y estable” durante muchos años.
El viudo también alegó que nunca se casó legalmente con la otra mujer, por lo tanto no había contraído segundas nupcias, pero el juez determinó que su relación era similar a la de un matrimonio.
Finalmente el hombre quedó desheredado y los bienes de su primera esposa pasaron a manos de sus hermanos.
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