Abril ha sido un mal mes para United Airlines, la aerolínea que recibió una catarata de críticas luego de que uno de sus pasajeros fuera sacado de un avión a la fuerza y con lujo de violencia.
Si la crisis de relaciones públicas que ahoga a la empresa desde aquel incidente no fuera suficiente, llega otro problema; uno bastante insólito si paramos a reflexionarlo.
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Un conejo gigante, próximo a ser el más grande del mundo; de casi un metro de largo de cabeza a cola esponjosa, murió en un vuelo intercontinental de United Airlines, cuando viajaba de Londres a Chicago para ser recibido por su comprador, el pasado 19 de abril.
Su dueña, Annette Edwards, una ex playmate que decidió dejar el trajecito de coneja para dedicarse a la crianza de conejos gigantes continentales, dice que es la primera vez que le sucede algo así y que su ejemplar estaba completamente sano cuando lo subieron al avión.
De acuerdo a la antigua ‘conejita’, su negocio es vender conejos gigantes y enviarlos a todo el mundo en vuelos comerciales en los que, hasta ahora, no había muerto ninguno de sus ejemplares.
Ahora Annette busca compensación por el conejo muerto y una explicación por parte de la aerolínea, pues cree que no existe otro culpable que los empleados de United Airlines.
Por su parte, los de la aerolínea dicen estar muy tristes por la situación, pero que esta no es rara debido a que cuando de enviar animales vivos en vuelos comerciales se trata, siempre hay riesgos de que mueran en el viaje.
Según los datos liberados por United, de más de 5 mil animales enviados en sus vuelos, sólo 26 murieron en 2016.
Desgraciadamente, el conejo Simon, uno de los más grandes del mundo, tendrá que unirse a la lista de muertes animales de la aerolínea y no al libro de récords Guinness, como se tenía previsto.
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